Las necesidades educativas de los alumnos con trastornos de conducta deben abordarse teniendo en cuenta tres ámbitos básicos en que estas necesidades se producen:
1. Ámbito académico:
Se trata de mejorar la competencia curricular consiguiendo una mejora en la adquisición de los aprendizajes escolares:
- Introduciendo cambios en la programación de estos alumnos, adaptando los objetivos, los contenidos y las estrategias de enseñanza a sus características y circunstancias concretas.
- Buscando el éxito del alumno en sus realizaciones escolares.
2. Ámbito emocional y social:
Vamos a tratar de ayudar al desarrollo personal del alumno, buscando su integración social en el grupo mejorando las relaciones con sus compañeros
- Abordando estrategias que permitan la mejora de su autoconcepto y autoestima.
- Diseñando estrategias que favorezcan la integración del alumno en el grupo proporcionándole ocasiones que permitan mejorar las relaciones con sus iguales y con sus profesores.
3. Ámbito comportamental:
Trataremos de conseguir la regulación del comportamiento del alumno, principalmente mediante técnicas cognitivo-conductuales:
- En primer lugar, tratando de disminuir la frecuencia o la duración de las conductas desajustadas, para posteriormente eliminarlas.
- Tratando de aumentar la frecuencia de las conductas adecuadas del alumno mediante la utilización de los refuerzos precisos.
- Finalmente procurando instaurar en el alumno aquellas conductas ajustadas necesarias y de las que carece en la actualidad
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